A principios de su vida institucional el club vestía camiseta negra, en la cual se lucía el primer escudo de la institución, pantaloneta blanca y medias negras. A partir de 1927, el equipo cambió los colores principales de su uniforme y comenzó a utilizar una camiseta de color amarillo con rayas verticales de color rojo, la cual fue diseñada por el catalán Alberto March y eligió esos colores en honor a la señera catalana, desde entonces estos han sido los colores representativos del Barcelona por décadas.