Como evidencia esta crónica salí ileso de un larga noche en la que se oía rugir el viento y caer la lluvia nueva camiseta del barça 2022 23 en cantidades exageradas. Al día siguiente les invité a un par de cervezas y pizza poco antes de alucinar con uno de los mejores atardeceres que he visto en mi vida. Durante las largas horas de espera en la sala de estar del hotel, estuve conversando con una pareja de italianos, Kiara y Marco, e hice muy buenas migas con Francisco y Humberto, camiseta de italia ambos ingenieros de telecomunicaciones mejicanos que se encontraban también varados en La Paz a la espera de que abriesen el aeropuerto.