Durante su gira por Latinoamérica, Residente inició un movimiento de concienciación sobre la situación carcelaria del preso político puertorriqueño, Oscar López Rivera, quien fue capturado por el FBI en 1981 por el delito de “conspiración sediciosa”. En la equipación del guardameta se invirtió la disposición cromática, utilizando camiseta negra con short y medias blancas. El concierto se realizó frente a los portones principales de la Universidad de Puerto Rico, fue escogido como referente a la necesidad de promover la educación como instrumento fundamental para el desarrollo de una mejor sociedad, que promueva la erradicación de la violencia y frene la decadencia de los valores humanos.