También hubo indignación con el técnico Dragan Milosevic al prescindir de hombres importantes como Adorno, Aníbal, real sociedad tienda online Antón o Jara. Tras la tercera jornada, en septiembre de 1975, la situación deportiva y social era ya tan insostenible que Milosevic fue destituido y el presidente Francisco Ros Casares presentó su dimisión tras poco más de dos temporadas, pero muy intensas. A pesar de todo el balance económico seguía presentando superávit en verano de 1975, pero la fractura entre la directiva de Francisco Ros Casares y la afición era más que evidente (e incluso dentro de la propia directiva).