Este año, la Premier League destaca por la sobriedad de los diseños de sus principales equipos y por dos cambios de proveedor en dos de los punteros. En ambos casos, y muy al contrario de lo que ha hecho Nike en España, los dos diseños son minimalistas, sin cosas raras, sin elementos superfluos. El Chelsea deja Adidas para firmar por Nike y el Tottenham abandona Under Armour para, al igual que sus vecinos londinenses, ponerse en manos de la firma de Oregón.